Los dátiles son los frutos de las palmeras datileras (Phoenix dactylifera) una palmera perteneciente al a la familia de las Arecáceas que puede alcanzar los 30 metros de altura. Las palmeras datileras crecen en estado natural en el Norte de África. Pueden verse en gran abundancia en Arabia, Marruecos, Túnez, Argelia, Siria, Irak y Palestina, aunque también aparece cultivada en muchas regiones del mundo de clima cálido.Su área de expansión se extiende desde las Islas Canarias hasta la India.
Los dátiles aparecen en forma de racimos colgantes debajo de las grandes hojas pinadas que se desarrollan en forma de penacho. Los troncos se caracterizan por su gruesa corteza en la que persisten las marcas de las antiguas hojas. Las hojas o frondas, de color verde con tonos gris, poseen largos peciolos cubiertos de púas en la base. Pueden alcanzar los 5 metros de longitud. Las flores son pequeñas y amarillas y de ellas nacen los frutos, unas bayas comestibles llamados dátiles de forma oblonga que pueden alcanzar los 4 cm de longitud.
Para poder producir dátiles las palmeras femeninas necesitan tener en la proximidad pies masculinos. Cuando se cultivan, generalmente se realiza la polinización de manera artificial (Se cortan inflorescencia masculinas y se cuelgan en el centro de las femeninas). Los dátiles sólo pueden madurar en zonas de clima cálido y seco, como nuestra comarca.
En España existen palmerales septentrionales. Se trata de los palmerales de Albatera, Orihuela y Elche, este último el más importante en la provincia de Alicante, son plantaciones procedentes de la dominación musulmana que sembró los alrededores de la ciudad con palmeras datileras. De esta manera esta planta podía aprovechar una zona donde las precipitaciones eran muy escasas. Estos palmerales, constituyen un lugar de gran importancia turística al mismo tiempo que proporciona una buena cosecha de dátiles y la materia prima para realizar las palmas blancas con las que se adorna la procesión del Domingo de Ramos.